Juego de esculturas

Por ADLB

“La belleza puede (y debería) estar en cualquier objeto que nos rodea”…

No sabemos quién dijo eso (si es que alguien lo dijo), pero seguramente es lo que piensa Jeppe Hein, un diseñador danés, actualmente radicado en Berlín, a quien –honestamente- no teníamos el gusto de conocer…

Lo que nos llevó a Hein fue una instalación que hizo para el Brooklyn Bridge Park, en New York, que con un color impactante y formas poco convencionales, cumplía con el propósito para el que había sido creada -ofrecer descanso y diversión-, pero además transformaba el espacio de una forma tan bella como singular.

Googleándolo descubrimos que Jeppe estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Copenhague y en la Universidad de Bellas Artes de Städel, Fráncfort; que expuso en el Pompidou de París, en el Barbican Centre de Londres y en otros importantes centros culturales; y que es bastante conocido (aunque no por nosotros) por sus obras interactivas, que mezclan arte, arquitectura e intervención técnica.

Esa mezcla de disciplinas, más un toque de humor muy propio del diseñador, pueden verse muy claramente en las 18 piezas que creó para el parque.

Allí, sus visitantes pueden encontrarse con banquetas inspiradas en los típicos bancos municipales, pero rediseñadas con formas bastante caprichosas… Con toboganes un poco locos… Con un laberinto de espejos que permite ver alternativamente el paisaje real y el paisaje reflejado… Y hasta con una fuente que repentinamente dispara chorros de agua de dos metros de altura, encerrando a los curiosos entre cuatro acuáticas paredes…

El conjunto, bautizado por el artista como “por favor, toque el arte”, es una demostración que lo artístico y lo bello no son “sagrados”, que no tienen por qué estar encerrados en un museo y que pueden encontrarse en cualquier parte… hasta en los bancos de una plaza.

Si querés compartir algo bello, aunque no sea convencional, escribinos a hola@amantesdelobueno.com