Un misterioso señor llamado Sodelier
Tiene una actividad única… o casi. Martín Juarez es sommelier de soda, en pocas palabras un amante del agua burbujeante de sifón.

Su amor por las burbujas nació cuando era muy chico, tendría tres años… esos globitos de la soda lo hipnotizaban, se pasaba horas mirando su tamaño, cómo actuaban, bailaban y saltaban en los vasos. Le gustaba también esa picazón que le quedaba en la garganta después de tomar un trago de soda bien fría.
Fueron pasando los años pero la intriga y el misterio de las burbujas no cedía. ¿Por qué no eran todas iguales, qué las hacia explotar de diferente manera, por qué algunas eran gigantes y otras pequeñas?
Hace tres años, el publicista Martín Juárez se dio cuenta que existían catadores de los productos más diversos, como alfajores, aceite de oliva, dulce de leche, pero no había ningún sommelier de soda. Creativo e intuitivo por naturaleza, decidió ser el primero y único del mundo. Por supuesto, que a Martín no se le escapó el dato de que la Argentina lidera el consumo de soda de sifón en el mundo.
La palabra sodelier suena tan misteriosa…
(Martín se ríe con ganas y habla con vehemencia) Simplemente soy un catador de soda. Tuve que crear mi propio sistema para evaluar las burbujas porque no existía ninguno. Lo más importante es el poder de baldeo, cómo raspa la garganta. Vendría a ser como el sonido de la escoba barriendo las baldosas, ésa es la textura que hay que buscar. Después, evalúo también el origen, la composición y la forma, el sonido, la temperatura, y el “acting”.
¿Tibia o fría?
La temperatura es a la soda como los años al vino. Cuando te la trae el repartidor te la trae caliente, tibia. Hay que saber enfriarla. Yo la dejo 3 o 4 días en el estante de abajo de la heladera, después la paso al estante del medio. Veinte minutos antes de tomarla la pongo en el freezer. ¡Con cronómetro para que no estalle! En ese golpe de frío la sellas como a un bife. El sifón de metal es el mejor de todos porque conserva muy bien el frío. La burbuja no se comporta igual en la soda caliente como en la fría.
¿Sola o acompañada?
Recomiendo tomarla sola porque tiene dos características únicas que no tiene ninguna otra bebida: baldea como loca y te deja lleno y vacío a la vez. El nivel de completitud que produce en el espíritu y en el alma a mí no me lo da ninguna otra bebida.
¿Con el vino forman una buena pareja o tienen que hacer terapia?
¡Buenísima, tienen las bodas de oro aseguradas! (se ríe). El cocinero Gato Dumas decía que el tinto con soda era el único invento gastronómico argentino. Los alemanes, que son los mayores consumidores de agua con gas en el mundo, tienen un trago que quizás puede ser el antecesor al nuestro, pero lo preparan con vino blanco y agua con gas, se llama “schorle”. Vino y soda es para mí una unión que requiere respeto, análisis y jerarquía: el vino se expande, amplifica el sabor y a la vez se sutiliza. Yo siento más el bouquet de los vinos cuando están mezclados con soda.
¿Otras uniones con final feliz?
Muchas, el whisky con soda es el clásico de los clásicos. La soda y el vermouth es otra pareja que camina a la par. Todos los aperitivos que se te ocurran nacieron puros, pero después empezaron a tomarse con soda. Cinzano, Campari… El Fernet para mí es más rico con soda que con Coca-Cola. ¡Hasta se toma licor con soda! Y lo más trendy es la cerveza con soda, sale mucho últimamente, principalmente entre los jóvenes.
Usa palabras como estallada, estrepitosa, estridente y crocante para definir al agua con burbujas y se declara ferviente admirador del sifón: “Es la simpleza más grande que hay sobre la tierra, logra que hasta la última gota de agua tenga gas. ¿Qué hay más argentino que el sifón? Yo ambiciono verlo un día en el MoMA”.
Martín es un invitado de honor en los programas de televisión, sus demostraciones de cómo catar la soda hacen subir el rating. ¿Vaso de vidrio o de plástico? “¡Jamás en uno de plástico, es un insulto. Me he llegado a levantar de una mesa porque se atrevieron a servirme soda en vaso de plástico!”.
¿Develaste al fin el secreto de las burbujas?
Totalmente, hay dos tipos y todo está relacionado con la presión. El comportamiento puede ser individual: están las que se quedan abrazadas al vidrio, que son más melancólicas, que necesitan hacer constelaciones familiares e ir al psicólogo, y están las burbujas que se comportan en grupo, populares y masivas que siguen a la manada como cardúmenes y logran formar una burbuja grande.
¿Martín, qué es lo bueno para vos?
Lo bueno es estar en el vereda con mis amigos tomando un vaso de soda de burbuja grande, ésa que está estallada. La soda es identidad líquida, viene de nuestros antepasados, nuestros abuelos la tomaban y hoy los jóvenes de la mano de las vermuterías la están haciendo resurgir: se llama estilo argentino retro cool.
Si tenés una historia de mundos secretos para contar, escribí a hola@amantesdelobueno.com
Marín Juárez, crack! Muy linda nota.
Martín es innovador y muy ocurrente….las burbujas inspiran simpatía y buena onda. Gracias por tu comentario!
Genial ,Muchas Gracias Martín. !!! Felicitacíones.
Me dieron ganas de tomar vino tinto con soda!! 👏👏
Jajjaaj, muy bueno lo tuyo!! Saludos de los amantes!