De película
Hace bastante tiempo vi una película llamada Entre copas que relataba el viaje de dos amigos, uno a punto de casarse, el otro recién divorciado que, en el camino, se cruzaban con dos chicas que también traían lo suyo.

La historia era muy interesante: hablaba con mucha inteligencia de la amistad, del individualismo, de la soledad y también de la autosuperación… Sin embargo, desde mi punto de vista, lo más interesante era el viaje. Porque no era cualquier viaje. Era un viaje a través de los valles californianos, que los llevaba a conocer bodegas y vinos increíbles: una forma de turismo que en ese momento no estaba muy difundida pero que, con el tiempo, comenzó a llamarse turismo vitivinícola o enoturismo.
La película tiene más de 15 años por lo que suponía que esta práctica se había profesionalizado bastante… Lo que no imaginaba era que “viajar para conocer bodegas” se había convertido en una de las atracciones turísticas más buscadas del mundo y también de la Argentina.

Solo en Mendoza hay casi 150 establecimientos dedicados al turismo del vino distribuidos en distintas zonas. Y no por nada la prestigiosa revista Forbes incluyó a la provincia entre los 10 destinos del mundo que los viajeros querrían visitar durante 2021…
Claro que no es la única alternativa: el enoturismo también está muy activo en Río Negro, Salta, San Juan y La Rioja. Y, por supuesto, en muchos lugares del mundo.
En todos esos lugares se ha desarrollado una importante industria hotelera, súper sofisticada, muy profesional, y en algunos casos con tarifas bastante escandalosas… al menos para los bolsillos argentinos.

Hay montones de guías y sitios en los que podés encontrar el alojamiento que más te guste y más le guste a tu presupuesto, así que eso –como diría Karina J- lo dejamos a tu criterio.
Lo que sí queremos pasarte son algunos tips que pueden resultarte útiles a la hora de iniciar una aventura enoturística.
Si sos un amante del buen vino (como descontamos que sos), no son algo que nunca hayas escuchado.
Tampoco son los Diez Mandamientos (empezando porque son nueve)… pero siempre es bueno recordarlos.
Aquí van…
Uno: tomalo con calma. Un viaje de enoturismo es para hacerlo en cámara lenta, disfrutando al máximo de cada momento y descansando cada vez que te dé ganas, sin ninguna culpa. Las bodegas y los paisajes están allí, y no se van a ir. Así que tranqui, todo a su tiempo y sin ningún estrés.
Dos: andá preparado. Leé, informate… metete en el tema para absorber mejor todo lo que te falte aprender.
Tres: no caigas de sorpresa. Averiguá los días y horarios en los que abre cada bodega y, siempre que puedas, reservá tu lugar con anticipación.

Cuatro: no te olvides que no solo se trata de vino. El enoturismo puede incluir visitas a museos, exposiciones, conciertos… caminatas, paseos en bici.
Cinco: elegí bien la fecha en que vas a viajar. La vitivinicultura es una actividad viva y varía a través del año.
Seis: estudiá muy bien la oferta gastronómica. Hay mucho y muy bueno para elegir. Y si lo programás con anticipación, vas a poder disfrutarlo mucho más.
Siete: si todavía no sos taaan experto en vinos como querés, no te acomplejes. Es una gran oportunidad para sumar conocimientos.
Ocho: abrí todos tus sentidos. Entrar en el mundo del vino es una experiencia que abarca todos los sentidos: obviamente empieza por el gusto, pero también participan muy activamente el olfato, el tacto, la vista…
Nueve: hablando de vista, no dejes de llevar tu cámara de fotos. La luz de los viñedos, el color de las hojas, las texturas de la tierra, la intensidad del vino a contraluz… todos son motivos más que inspiradores para armar un álbum espectacular.
Si querés contarnos tu experiencia enoturística o compartir las fotos de tus viajes,no dejes de escribirnos a hola@amantes.com
Nota informativa, interesante pero sin “magia”.
Le falto ese algo característico de amantesdelobueno…
Podría haberlo tenido no … ?
La magia la pone uno con una buena copa de vino en la mano…La película es excelente, claro, conviene verla entera.
Gracias por tu comentario, nos ayuda a convertirnos en magos por un tiempo….
Vi ese film. Es divertido, y para reflexionar también con un buen malbec a mano. Salud Amantes!
Hola Alicia, gracias por el tip!