Héctor & Betti (18)

Por Roger Elías Marolo

Betti está cada vez más cerca de Héctor, aunque ambos lo nieguen… o no quieren reconocerlo. Amor y amistad se dicen fácil y se viven difícil….

(Diálogo en el balcón)

H: -Bettiiiii, salí rápido, hay algo que se está quemando.

B: – ¿Qué pasa que estás gritando así? (dice mientras se asoma al balcón)

H: – ¿No sentís el olor a plástico quemado?

B: – ¡Uy no! No sabés que tengo el olfato estropeado, pero ahora que decís sí lo siento. Ahhh…. Es es buda que se le está quemando el culo con los sahumerios.

H: – Peor además de los sahumerios hay papeles que se están quemando.

B: -Nooo, con lo que me costó poner los rollitos de papel en los agujeritos que le hice en la mesita. ¿Los ves?

H: – Dejate de joder con los agujeritos y apagá eso de una vez. Nos vamos a prender fuego con tus experimentos.

B: -Pará que traigo una cacerolita con agua y lo apago.

H: -¿Me podés explicar qué estabas haciendo? ¿Macumba? (pregunta Hector mientras Betti le echa agua con la mano para no mojar todo)

B: -¿Querés que te diga la verdad? Ahora que lo entiendo, no debería haberlo hecho.

H: -Claro, si casi prendes fuego la casa.

B: -No me refiero a eso, yo quería hacer un maridaje de espiritualidad.

H: -¿Un qué?

B: -Lo aprendí en la EAV, es un lugar cósmico en el que se encuentran dos disciplinas espirituales, en este caso la fe de oriente y la sensibilidad de occidente.

H: -¿Vos tomaste algo? ¿O estuviste fumando porquerías?

B: -¡Pero no!  Esto es como un altar donde le ofrezco a mi buda, aforismos de mi escritor preferido.  ¿Ves estos rollitos de papel? Bueno, escribí los que mas me gustan para dedicárselos.

H: -Ahhhh

B: -Pero, se ve que estas mezclas no se pueden hacer. Fui demasiado lejos.

H: -¿Adónde?

B: -Digo mezclando al buda con la poesía de Narosky.

H: -¿El de los brillantes? A mi mamá le gustaban…

B: -Ese es Swarosky, Héctor. Narosky es un escritor argentino del que soy re-fana, ¿sabés? Tiene una frases tan hermosas y profundas. Lo descubrí hace unos años y me enganché tanto que ahora también sigo a un grupo de Facebook con sus poemas…bah…no son poemas, pero parecen. ¿Lo conocés?

H: -Ni idea.

B: -Esperá que te leo algunos y vas a entender de qué te hablo. Escuchá:

H: -¿Son muy largos?

B: -“Ilusión que cristaliza tarde, tiene sabor a desilusión”.

H: ¿Cómo, cómo? Decilo de nuevo.

B: -“Ilusión que cristaliza tarde, tiene sabor a desilusión”, “No me importa tener años. Me importaría no tener ilusiones”, Y escuchá este otro: “Las mayores ilusiones suelen traer las mayores desilusiones” o “La felicidad está en mil cofres. Pero todos tenemos alguna llave”.

H: -Y… son todos medio iguales, salvo el último que me lo quedé pensando.

B: – Te cuento un secreto, hace un año participé de un concurso de aforismos del grupo de Facebook y me lo gané. Y el premio era un viaje a la casa natal de Narosky, en Darregueira. Fue hermoso.

H: -Ahh, ¿vos también escribis lo mismo que él?

B: -Modestamente. Me acuerdo de algunos con lo que gané: Amor y amistad se dicen fácil y se viven difícil, Las ilusiones en todas las lenguas duran lo mismo. Cuando la felicidad estalle, cuídate de las esquirlas. Y tengo algunos más. ¿Te los digo?

H: -En otro momento, ahora me acaba de llegar un mensaje, ¿oiste la campanita?

B: -Sí, la oí. Esa campanita ¿es un mensaje de un amigo o será del Tinder?

H: – No lo miro nunca, te juro.

B: – No te creo. ¿Porqué no me lo mostrás un día y nos reímos un rato? Así te buscamos una candidata. Alguna chiquita querendona.

H: – Sos mala, Betti, te burlás de mí pero tengo mi público, no creas.

B:- ¡Ves que lo mirás! Si, ya sé, a todas les gusta “viajar, salir a comer, los hombres caballeros, ir al teatro, ir a caminar por la playa y encontrar una relación estable”. Se sacan fotos con un gatito y los anteojos negros puestos…como si las viera. Y al final, que viven con los tres nenes no te lo dicen ni que les embargaron la casa tampoco… y ni hablemos de las que se sacan la selfie en el  espejo del baño con las toallas colgando detrás o frente a la medianera descascarada del patio…por favor, aléjate de esas que son unas dejadas.

H: – Qué al tanto que estás, nena…

B: – No, Héctor. Conozco al ser humano, tengo ese don y lo he cultivado. Dale, traé el teléfono. Veamos a algunas. Y te ayudo a elegir. Hasta te busco una frase de Narosky para que pongas…eso seguro que garpa.

H: – Puedo elegir solo, Betti…Pero bueno, dale, ahí vengo. Acercá el banquito así vemos bien…

CONTINUARÁ…